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Padecimientos
La característica mejor conocida de la Enfermedad de Parkinson es el temblor o la dificultad para caminar, sin embargo existen otros síntomas no motores que pueden presentarse incluso antes que el temblor. Estos síntomas afectan de igual manera la calidad de vida de las personas que los padecen.
Dentro de los síntomas no motores existen distintas variables de acuerdo a su tipo. Pueden ser sensoriales, gastrointestinales, de disfunción autonómica, entre otros. A continuación queremos detallarte algunos de los más comunes.
La hiposmia y anosmia (disminución del olfato y pérdida total) están presentes en casi todos los pacientes, y hasta un tercio puede no oler nada. Esto provoca que disminuya el sabor de los alimentos.
Estas alteraciones se producen por la lentitud de movimiento y descoordinación de los músculos que mueven los ojos o por alteraciones en la retina y pueden provocar dificultad para detectar colores, problemas en la visión de cerca, sequedad en los ojos y visión doble.
La caída de saliva por los lados de la boca y mentón ocurre cuando la saliva se acumula en la boca porque el paciente la mueve menos o traga menos.
La persona puede tener problemas para pasar agua y comida debido a la falta de coordinación en el acto motor de tragar, coordinado por boca, lengua, paladar, faringe y laringe.
Puede haber pérdida o subida de peso. No se sabe bien por qué pasa, pero en personas con Párkinson avanzado, sucede incluso con una dieta correcta.
Tres o menos deposiciones por semana, o grandes esfuerzos para defecar. Se debe a una degeneración de los nervios que mueven el intestino. Algunos tratamientos de la enfermedad de Párkinson incrementan el estreñimiento.
Sufrida por hasta un tercio de los pacientes. Se relaciona con la degeneración de las células nerviosas que controlan la vejiga, hiperactividad del músculo detrusor de la vejiga, así como alteraciones de la parte del cerebro que accionan el orinar.
Disminución importante de la presión arterial al pasar de estar acostado o sentado a estar de pie. Se presentan mareos, aunque también confusión y dolor de cabeza. Es un síntoma de la degeneración nerviosa.
La demencia se puede desarrollar cuando la enfermedad avanza, aunque los pacientes sin demencia y sin datos de deterioro cognitivo muestran desde el principio alteración de funciones fronto-subcorticales.
Entre los factores de riesgo para su desarrollo se encuentran la presencia de síntomas axiales, caídas, alucinaciones y edad avanzada.
Se pueden presentar hasta en la mitad de los pacientes. Las alucinaciones tienden a aumentar en frecuencia y severidad (en los cinco primeros años son fugaces y menores) volviéndose más estructuradas. El paciente puede perder la autocrítica y asociar sintomatología delirante paranoide o de celos. Un 10% puede sufrir alucinaciones auditivas, táctiles o gustativas.
Pueden presentarse sueños violentos, pesadillas, insomnio y somnolencia diurna excesiva.
Entre un 17 y 50% de las personas con Parkinson sufren depresión, ya sea por déficit de serotonina, estrés psicosocial de la enfermedad, entorno adverso, entre otras.
Si el dolor es de gran intensidad, los pacientes pueden ser derivados a reumatólogos, traumatólogos o cualquier otro especialista. En el período OFF es más frecuente, y suele acompañarse de otros síntomas motores o no motores.
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