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Actualización de software en tu cerebro
- Autor: Giovana Femat
Como si se tratara de un sistema operativo, los “circuitos” de nuestro cerebro están en constante actualización para mantener la expansión de nuestro conocimiento. Un estudio reveló que las neuronas ubicadas en la zona estriada del cerebro y las neuronas ubicadas en la corteza prefrontal parecen sintonizarse continuamente para absorber y analizar rápidamente nueva información.
Un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachussetts (MIT) publicó un estudio en la revista Neuron en donde detallan de qué forma el cerebro humano es capaz de absorber y de analizar rápidamente nueva información, lo que llamamos aprendizaje.
Para ello, los investigadores realizaron varias pruebas de aprendizaje con monos mientras medían sus ondas cerebrales a través de una electroencefalografía (EEG). En las tareas de aprendizaje, los científicos ya habían demostrado que las neuronas en la zona del cuerpo estriado del cerebro, la que controla la formación de los hábitos, eran las que se activaban en primer lugar y luego eran seguidas por una activación más lenta de las neuronas de la corteza prefrontal, el sistema de control ejecutivo del cerebro.
Sin embargo, la intención era averiguar si esta activación escalonada era provocada por una comunicación entre ambas regiones cerebrales o se trataba de dos sistemas independientes. Gracias a la medición de ondas cerebrales, los investigadores descubrieron que mientras los monos estaban aprendiendo la tarea, aparecieron nuevos patrones de ondas cerebrales, las llamadas ondas beta, que para sorpresa de los expertos, comenzaron a sincronizarse, lo que demuestra que ambas regiones, el cuerpo estriado y la corteza prefrontal, se están comunicando.
Según las conclusiones del estudio, nuestros “circuitos” están en constante actualización para mantener la expansión de nuestro conocimiento, y “ahora estamos viendo la evidencia directa de las interacciones entre estos dos sistemas durante el aprendizaje, que no se había visto antes”, sentencia Miller.
En otro estudio realizado por un grupo de científicos de la Universidad de Northwestern (Estados Unidos) y publicado en la revista Nature se asegura que cuando nuestro órgano fundamental recibe una información diferente a sus perspectivas se produce una especie de fallo.
Este tipo de “errores” están relacionados con la dopamina, ya que este neurotransmisor se libera únicamente cuando la corteza orbitofrontal actualiza la información. Thorsten Kahnt, profesor de neurología en Northwestern y participante en el estudio comenta que cuando estaba en el instituto se encontró con un amigo que solía tener el pelo largo y rizado y, de repente se le encontró con el pelo rapado. “Mi cerebro lo procesó como un error. Es entonces cuando la corteza orbitofrontal del cerebro actualiza la información, así sabes lo que tienes que esperar mañana”, comentó Kahnt.
Para desarrollar esta investigación, los científicos mostraron diferentes comidas a un grupo de participantes hambrientos.
Primero, los acostumbraron a un tipo de olor, por ejemplo, papas, para luego cambiar el olor de ese alimento, confundiéndose con el de otro, como, por ejemplo, caramelo.
De este modo, cuando se expuso una papa con olor a caramelo a uno de los participantes, la actividad cerebral de estos se incrementó.
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