Se define como un conjunto de acciones que potencializan al máximo las habilidades físicas, mentales y psicosociales del niño, mediante la estimulación repetitiva, continua y sistematizada.
La Organización Mundial de la Salud, refiere que el 60% de los niños menores de seis años no se encuentran estimulados, lo cual puede condicionar un retraso en cualquiera de sus tres esferas, refiriendo además que la falta de estimulación se da más en las áreas rurales debido a la educación de los padres.
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El desarrollo puede medirse mediante la observación, y se ha dividido en cinco áreas, las cuales son:
- Motricidad gruesa y fina:
sus objetivos están orientados para que el niño pueda tener mayor control de sus músculos y por ende mayor libertad en sus movimientos.
- Lenguaje:
se encamina a lograr la comprensión del lenguaje, para que pueda expresarse a través del mismo.
- Cognición:
Le permite la integración intelectual.
- Personal:
Se ocupa de que el niño sea más independiente en sus actividades básicas cotidianas (vestirse, alimentarse e higiene). 5.Social: proporciona los elementos necesarios para adaptarse al medio ambiente en donde se desarrolla.
¿Cuáles son las bases neurofisiológicas que tiene la estimulación temprana?
El sistema nervioso central es más plástico cuando más joven y es precisamente en el primer año de vida cuando tiene una mayor plasticidad.
El sistema nervioso se estructura recibiendo impulsos y dando respuestas precisas, estos estímulos propician la actividad eléctrica de las neuronas y estas alteraciones pueden incrementar la biosíntesis de proteínas. Así, se puede asegurar que el aprendizaje implica cambios no sólo en la conducta sino también en la estructura, función y composición de las neuronas.
¿Por qué se realiza la estimulación temprana?
Deseo optimizar el desarrollo del niño normal. Previene la aparición de déficit asociados a un riesgo biológico, psicológico o social. Atiende las necesidades de la familia. Aminora los efectos de una discapacidad.
¿A qué población está dirigida?
Se dirige a pacientes con factores de riesgo prenatales, perinatales y postnatales. También a los pacientes con capacidades normales desde recién nacidos hasta los 6 años.
Se debe estimular al niño desde in útero (psicoterapia) hasta los seis años de edad, aplicando más concretamente los programas desde recién nacido a los tres años, pues fisiológicamente la estimulación se basa en la plasticidad cerebral cuyo mayor beneficio se observa en los 36 primeros meses.
¿En dónde se lleva a cabo?
Existen dos posibilidades, cuando se trate de niños normales en donde únicamente se quiera potencializar las capacidades puede llevarse a cabo en su casa o algún centro donde eleven estimulación temprana. Pero cuando ya tiene factores de riesgo para daño neurológico o datos de alarma o lesión neurológica se debe llevar a cabo en algún centro especializado y con personal altamente capacitado y de preferencia bajo la supervisión de un rehabilitador pediátrico, sabiendo que cuando existe daño neurológico la estimulación es parte de un total que es la rehabilitación integral del niño.
Se debe aplicar conforme a programas generales y adecuándose a las características personales de cada niño, pues cada uno de sus propias pautas de referencia y control. La estimulación temprana puede llevarse a cabo mediante el juego, ya que por medio de él:
1. Se fomenta el lenguaje y la comunicación.
2. Ayuda a desarrollar actividades físicas sociales y emocionales.
3. Es un factor determinante en la personalidad.
4. Desarrolla actividades intelectuales.
5. Estimula su creatividad y ayuda a descubrir sus capacidades. Cuando se juegue con el niño el padre de familia o el terapista debe integrarse y dividirse, y tratar de evitar que el adulto se adueñe del juego.
El objetivo de la estimulación temprana es reconocer y promover el potencial de cada niño. A toda acción debe incorporarse el efecto y la comunicación, ya que sin afecto no funciona la estimulación. No todos los niños son iguales y no responden de la misma forma.
El adulto debe ser sensible a la respuesta del niño para saber hasta dónde y cómo administrar los estímulos. Mantener contacto visual durante la estimulación ayuda a darle confianza y seguridad. El mejor terapeuta se encuentra en casa y es en el hogar donde empieza la estimulación temprana.