Padecimientos
¿Puedo desarrollar una neuropatía por ansiedad?
- Autor: Giovana Femat
Existe una estrecha relación entre nuestro sistema nervioso y nuestras emociones, por lo que, cualquier situación que altere nuestro estado de ánimo puede tener un involucro neurológico o manifestarse como síntomas neurológicos, término conocido como somatización (es decir, canalizar nuestra emoción en forma de algún síntoma).
Por otro lado, las enfermedades neurológicas, incluido el dolor crónico y las neuropatías, se asocian con estrés, ansiedad y depresión en los pacientes que la padecen.
En resumen, no es que la ansiedad, el estrés o la depresión sean las causas del dolor neuropático, ya que, éste tipo de dolor suele tener un origen bien establecido. Lo que sí, es que el estrés o la ansiedad pueden potenciar el dolor, y a su vez, el dolor nos puede condicionar a tener ansiedad o estrés.
Relación entre nuestro cerebro y las emociones
El sistema nervioso central, que se compone del cerebro y la médula espinal, realizan una enorme cantidad de funciones.
Algunas son automáticas y por lo tanto, no nos damos cuenta de ellas aunque nos permiten vivir, como por ejemplo, el control del centro de la respiración. Otras funciones nos permiten caminar, ver, escuchar.
Otras de las funciones nos permiten interactuar con nuestro medio, como las funciones mentales superiores, que nos permiten hacer cálculos, comprender el contexto de las cosas, memorizar o recordar eventos, solo por mencionar algunos.
Aparte de todas éstas tareas en nuestro cerebro también se encuentran zonas con células y sustancias especializadas asociadas a las emociones y al control de impulsos. Dentro de éstas zonas se liberan químicos que pueden generar estrés, ansiedad, tristeza, enojo, etc.
Descrito de una mejor manera, dentro del cerebro también se localizan las áreas con interés para la psicología y la psiquiatría.
Por lo anterior, no es de extrañar que exista una relación estrecha entre nuestro estado de ánimo, nuestra situación psicológica actual, y las funciones de nuestro cerebro.
¿Por qué es necesario el dolor?
Algunas de las tareas de nuestro sistema nervioso son menos gratas, como por ejemplo el sentir dolor, que a pesar de que se caracteriza por ser una sensación desagradable, está diseñado para protegernos y avisarnos de que “algo anda mal” o puede poner en peligro nuestro organismo.
Existen muchos tipos de dolor entre los que se incluye el dolor de tipo neuropático, el cuál se manifiesta por cualquier situación que dañe a los nervios periféricos y por tanto, altera la transmisión normal del estímulo doloroso.
¿Por qué se origina el dolor de tipo neuropático?
Algunos tipos de dolor neuropático son los asociados a enfermedades metabólicas como la neuropatía diabética, compresión de las raíces nerviosas por hernias de discos de la columna vertebral, algunas infecciones como la infección por el virus del herpes zóster, algunas enfermedades desmielinizantes, etc.
Éste tipo de dolor suele ser muy molesto y en ocasiones difícil de tratar, con pobre respuesta a los medicamentos convencionales. Suele manifestarse como punzadas, sensación de descarga eléctrica, ardor, hormigueo, o solamente como un dolor constante poco localizado. Muchas de las veces suelen generar dolor crónico que impacta de manera negativa la calidad de vida de las personas.
¿Cómo lograr la recuperación ante éstas condiciones?
Ante éstas situaciones es muy importante el tratamiento multidisciplinario, en el que el neurólogo se encarga del control del dolor mediante terapia, rehabilitación o medicamentos, mientras que el neuropsicólogo, que és un psicólogo con entrenamiento en el impacto de las enfermedades neurológicas y el estado de ánimo, se enfoca en la situación emocional del paciente.
De ésta manera se cubren ambos elementos, haciendo más fácil el proceso del tratamiento y de recuperación.
¿Son necesarios los medicamentos para lograr la recuperación?
Para el manejo del dolor neuropático suelen ser necesarios fármacos analgésicos o neuromoduladores, que ayudan a que el dolor ceda o disminuya, sin embargo, es común que algunas personas no respondan a los tratamientos farmacológicos, para ello existe una alternativa con el uso de estimulación magnética trasncraneal.
En estudios recientes se ha descubierto que el uso de Estimulación Magnética Transcraneal (rTMS) es capaz de interrumpir la propagación de las señales del dolor.
La Estimulación Magnética Transcraneal es un método no invasivo, aprobado por la FDA, para tratar varios tipos de padecimientos, entre ellos el dolor neuropático.
El rTMS nos da la oportunidad de escoger diferentes vías neuronales, dependiendo cual se quiera tratar, para activarlas de forma repetitiva mediante impulsos magnéticos que pasan a través del cuero cabelludo y cráneo sin ocasionar ningún tipo de dolor o molestia.
El efecto terapéutico de la estimulación magnética transcraneal aparece aproximadamente después de 5 días de estimulación y alcanza su punto máximo de 2 a 4 días después de la terapia brindada con el rTMS.
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