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Padecimientos

¿Cuál es la diferencia entre demencia y delirium?

Muchos hemos escuchado acerca de la demencia, las causas, cómo se presenta y tal vez del tratamiento, pero ¿qué tanto conocemos acerca del delirium? Se trata de un trastorno neurológico bastante común pero que muchas veces pasa desapercibida y por lo tanto, inatendida.

Veamos más a fondo en qué consiste el delirium, cuándo se presenta, que podemos hacer para evitarlo, cómo tratarlo, pero principalmente por qué es diferente a la demencia.

La importancia de conocer la diferencia radica en el tratamiento médico a seguir para el paciente, por ello la relevancia de ser atendido por un neurólogo que logre identificar el padecimiento de manera adecuada.

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Como parte de esta atención integral queremos ofrecerte la información que necesitas para tomar decisiones correctas sobre la atención médica que tu o tu familia necesitan.

¿Qué es el delirium?

El delirium, también conocido como estado confusional agudo, es un trastorno neurológico que se presenta como alteración aguda de la atención que tiene un curso fluctuante, es decir, hay momentos en los que la persona está atenta y orientada, y otros en los que no sabe dónde está, qué día es o incluso desconocer a sus familiares. El delirium se clasifica en:

  • Hipoactivo: es cuando el paciente tiende a estar somnoliento la mayoría del tiempo, despertando en momentos desorientado e inatento.
  • Hiperactivo: es cuando el paciente tiende a estar agitado (o incluso agresivo), preguntando dónde está, qué hace ahí o quienes son los que lo rodean.
  • Mixto: es cuando el paciente fluctúa entre episodios de delirium hipoactivo e hiperactivo.

El delirium es mucho más frecuente en adultos mayores, presentándose cuando tienen alguna infección o descompensación de alguna enfermedad que ya presenten. Por lo tanto, es algo que los médicos ven bastante común en los hospitales.

¿Cómo saber si es delirium?

No hay un dato específico de laboratorio o imagen que nos diga que una persona está presentando delirium. El diagnóstico se hace con los datos clínicos que la persona presenta, observando esta confusión, desorientación e inatención ya mencionada, siendo  muy importante la aparición aguda y que sea un estado fluctuante.

Una herramienta ampliamente utilizada por los médicos es el CAM (confusion assessment method, por sus siglas en inglés), una evaluación que toma en cuenta el comienzo agudo y fluctuante, la alteración de la atención, el pensamiento desorganizado y la alteración del nivel de consciencia. 

Es necesario hablar con los familiares para buscar el desencadenante del delirium, por lo que el médico preguntará por enfermedades que padezca, que tan controlado ha estado de sus enfermedades de base, qué medicamentos está tomando, si ha mostrado datos de algún tipo de infección como ardor al orinar, diarrea, dolor abdominal, etc.

Además de que será necesario realizar estudios de laboratorio para descartar otras causas que ocasionen un estado confusional agudo como alteraciones de los electrolitos, además de descartar alguna causa infecciosa. No es necesario realizar ningún estudio de imagen a menos que se sospeche que la causa de la desorientación se deba a alguna alteración a nivel del cerebro.

Los médicos más familiarizados con este trastorno son los neurólogos, internistas y por supuesto, los geriatras. Por lo que es muy importante que ante la duda de que una persona esté presentando episodios de delirium, debe ser evaluado por un médico especialista, ya que el primer paso es determinar el desencadenante para atacar el problema de raíz, así como proporcionar el manejo médico pertinente según cada caso.

¿Delirium o demencia?

Puede llegar a haber confusión entre el delirium y la demencia, ambos se presentan en adultos mayores con desorientación, inatención y alteraciones de la función mental. La principal diferencia se basa en el tiempo de evolución, ya que la demencia se presenta de una forma más crónica, haciéndose presente poco a poco con el paso de los años y permaneciendo de forma constante.

Por otro lado, el delirium se presenta de forma más abrupta, estando bien un día y al día siguiente encontrarse sumamente desorientado, además de que siempre hay alguna causa que lo haya desencadenado.

¿Cómo se trata el delirium?

Existen medidas farmacológicas y no farmacológicas para el manejo del delirium. Siempre habrá que realizar todas las medidas no farmacológicas desde la identificación del delirium, continuarlas durante el tratamiento médico y posterior a la resolución del delirium para evitar que vuelva a desencadenarse. Te explicaremos en qué consisten todas estas medidas:

  • Mantener ventanas abiertas.
  • Mantener luz en el día y oscuridad en la noche.
  • Respetar el sueño (esto incluye no administrar medicamentos no esenciales durante la noche).
  • Ambiente cómodo, sin estrés.
  • Leer el periódico o ponerle las noticias.
  • Estar recordando el día, dónde está.
  • Estar platicando con el fin de mantenerlo orientado.
  • Que use sus lentes y/o aparatos auditivos en todo momento.
  • Movilización fuera de cama en caso de ser posible.
  • Mantener una adecuada hidratación.

 

Habrá casos en los que las medidas no farmacológicas no sean suficientes para tratar el delirium, principalmente en aquellos casos en los que el paciente presenta un delirium hiperactivo y se encuentra muy agitado.

Los fármacos que pueden utilizarse son principalmente los antipsicóticos como el haloperidol, quetiapina u olanzapina. En el caso de pacientes que se encuentren hospitalizados también se puede recurrir a medicamentos de tipo sedativos como la dexmedetomidina. Éstos deben ser indicados por un médico especialista ya que pueden tener efectos adversos o interacciones con otros medicamentos que ya tome el paciente, causando más daño que beneficio.

Todas estas medidas nos ayudarán a tratar el delirium, sin embargo, siempre hay que identificar la causa que lo haya desencadenado para prevenir que siga ocurriendo.

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