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La marcha es una serie de movimientos rítmicos del tronco y extremidades que determinan un desplazamiento hacia adelante y es un factor de suma importancia para la independencia personal y el desarrollo normal de las actividades diarias.
Por ello es que cuando se habla de rehabilitación de la marcha hablamos de un factor de suma importancia en la recuperación física y neurológica de nuestros pacientes.
Su finalidad es el mejoramiento de la capacidad del paciente de caminar de manera independiente o, si el caso lo requiere, poder valerse de algún tipo de ayuda biomecánica
Un trastorno de la marcha puede presentarse por distintas razones, los pacientes pueden presentar diferentes síntomas que impidan el equilibrio, el desplazamiento y el desenvolvimiento en la interacción social como consecuencia de este trastorno.
En Neurocenter contamos con una robusta red de especialistas en rehabilitación neurológica que respaldan nuestro objetivo de lograr detener las pérdidas de nuestro pacientes y ayudarles a recuperar todo aquello que necesitan para tener una vida plena, en este caso específico, mejorar su marcha.
Las técnicas terapéuticas concebidas para la rehabilitación del miembro inferior y de la marcha persiguen los siguientes objetivos:
Es imprescindible, antes de emprender el reentrenamiento de la marcha, mejorar la fuerza muscular y la movilidad articular. Una vez logrado ese objetivo, se puede iniciar el reentrenamiento con un cinturón de asistencia o en barras paralelas, sobre todo en aquellos casos en que el equilibrio es deficiente.
En algunos casos incluso es necesario el apoyo con un exoesqueleto para mayor soporte de la persona, posteriormente habiendo mejoría pasa a la rehabilitación con las barras paralelas.
Los trastornos de la marcha se definen por:
El verse comprometida la marcha por la afección de algún miembro inferior o de ambos tiene su causa en factores osteomusculares, enfermedades neurológicas o por algún tipo de traumatismo. Los tipos de alteraciones de la marcha más frecuentes son denominadas según la enfermedad que la provoca:
En el plan de tratamiento participan distintos integrantes de nuestro equipo multidisciplinario de especialistas que incluyen a médicos de diversas especialidades:
Si es pertinente se prescribirán ayudas técnicas (bastón, andador), órtesis (estabilizadora de tobillo o rodilla, canaletas, órtesis tobillo-pie o isquio-pie), plantillas o zapatos ortopédicos.
Cuando la velocidad de marcha está muy enlentecida o la locomoción es muy inestable en terrenos irregulares es recomendable indicar una silla de ruedas estándar que se utilice exclusivamente para traslados en distancias largas.
Será necesario un tratamiento quirúrgico cuando el trastorno de marcha se produce por alteraciones ortopédicas severas refractarias a tratamiento médico o condiciones neuroquirúrgicas.
Un aspecto fundamental de la rehabilitación de la marcha es el manejo del espacio donde se va a desenvolver el paciente. El terapeuta ocupacional realiza una evaluación ambiental integral considerando las características propias del paciente, el ambiente físico y el ambiente social, generalmente a través de una visita domiciliaria.
Esta evaluación permite reconocer las barreras ambientales y detectar riesgos para posteriormente proponer una intervención ambiental. Las recomendaciones básicas consideran cambios en los accesos a la vivienda y en el interior de ella. Esto implica eliminar todo tipo de obstáculos que puedan afectar la marcha como alfombras, maceteros, muebles, cables, juguetes, mejorar la iluminación, la limpieza, etc
Escala de equilibrio de Berg: valora diversos aspectos como transferencias de sedente a bípedo, bipedestación con ojos cerrados o pies juntos, monopedestación, tándem, alcance funcional, recoger un objeto del suelo, entre otras. Su puntuación máxima es de 56 puntos y cuando es menor de 46 predice la aparición de caídas. Es realizado por kinesiólogos entrenados.
Cuando se presenta en adultos mayores deben de realizarse una evaluación completa, en la cual se debe de plantear una derivación a especialista según los síntomas predominantes:
Las metas de las técnicas kinésicas en pacientes con trastornos de marcha son disminuir el dolor si lo presenta, mejorar la fuerza muscular, facilitar el aprendizaje de patrones de movimiento normal, aumentar la estabilidad funcional y el equilibrio, lograr un buen control de postura y locomoción y aumentar la velocidad de marcha. Se ha demostrado que las intervenciones destinadas a mejorar la velocidad de la marcha poseen un efecto positivo en la sobrevida de los adultos mayores con una reducción de la mortalidad.
La alta prevalencia de personas mayores con trastornos de marcha en la práctica clínica de médicos generales y especialistas y el impacto negativo que provoca en estos pacientes refuerza la necesidad de ampliar los conocimientos en el tema.
Con un entrenamiento básico, el médico puede realizar una correcta evaluación de los pacientes e iniciar las medidas iniciales de intervención.
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